
Nacimos del agua,
de la tierra fértil,
del deseo del alba.
Con los pies atados
con los ojos mudos,
varados en la noche
nacimos desnudos,
cubiertos de silencio,
con la tez disuelta,
en ecos profundos...
Nacimos inciertos,
de la soledad del viento,
forjados en tiempos
de ayeres desiertos,
con el alma absuelta
de vanos placeres,
con el sueño eterno
de plenos quereres...
Nacimos bordados
de cielos y espejos,
de mares y prados,
ondas y reflejos,
nacimos entregados,
nacimos condenados,
uno para el otro,
otro para el otro,
corazones rojos,
corazones rotos,
entre la ironía,
de esta lejanía,
que nos tiene atados,
y tan separados.
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Esta fue una historia de amor no escrita en nuestras pieles, mas en nuestras almas todo esta dicho, bienvenido-welcome, gracias por visitar el lugar donde crecen mis silencios y donde terminan en ella sus dudas...